Por Jorge Ferrer
La visita que realizó ayer Fidel Castro a El Rincón, en las afueras de La Habana, ha vuelto a poner de manifiesto el secretismo con que el régimen pretende silenciar los meses de sobrevida del todavía presidente.
Así, la retirada de la nota aparecida en la página oficial del Gobierno venezolano donde se daba cuenta de la peregrinación anotándola en la cuenta de Hugo Chávez, quien lo habría convencido para que visitara a San Lázaro, muestra a las claras que Castro II y Co. se niegan a difundir noticias sobre el verdadero estado de salud del «Comandante en jefe».
También, y he ahí el dato preocupante, sobre su estado anímico y esta súbita vuelta a la silla de Pedro.
En cualquier caso, ya es imposible mantener en secreto una visita que colapsó ayer todas las vías de acceso a El Rincón y de la que hubo numerosos testigos. Radio Martí ha transmitido esta mañana los testimonios de varios vendedores de los puestos de venta de flores e imágenes religiosas situados junto al templo y, aun cuando sus declaraciones son contradictorias, se constata que la visita se produjo hacia las 17:00 horas de ayer, que Castro llegó a la iglesia en la misma caravana de Mercedes Benz en la que solía desplazarse antes, a la que se sumaban ahora dos ambulancias medicalizadas, y que iba acompañado por importantes personalidades del clero y un sinfín de guardaespaldas y funcionarios.
Tan sólo difieren las declaraciones de los testigos que hablaron para Radio Martí acerca de la ropa que vestía el dictador -uno sostuvo que iba cubierto con tela de saco; los otros dos, afirmaron que vestía un traje deportivo de color crema- y sobre si el último tramo lo hizo de rodillas o a rastras. Pero se trata, sin dudas, de cuestiones secundarias.
¿Qué hay de sorprendente en que un anciano enfermo acuda a pedir salud a San Lázaro, como cualquier otro cubano? ¿Por qué Raúl Castro se niega a hacer pública esa información que humaniza a su hermano?
El tiempo lo dirá.
Por lo pronto, la curiosa nota aparecida hace unas horas en la web del CENESEX, dirigido por Mariela Castro, ensalzando la diversidad de las familias cubanas en las que confluyen hermanos que profesan «el más ferviente catolicismo» con otros «que asumen, o asumirán en un futuro, su condición homosexual», permite adivinar la nueva espiral de recelos que se abre entre los hermanos Castro.
www.eltonodelavoz.com
Tags: Fidel, Cuba, La Habana, CENESEX, Radio Martí, El Rincón, Raúl Castro, gobierno venezolano, sociedad
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Hace 2 semanas
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