Por Agencia AIP
La Habana
La versión cubana de Pinocho, el afamado cuento del italiano Carlos Lorenzini -mejor, Carlos Collodi-, realizado por jóvenes cineastas independientes, competirá en la próxima edición de los Oscares hollywoodenses en el género de dibujo animado.
Aventuras de Carlitos, obra del grupo Yosìpuedo, trata de un pionerito negro de pañoleta azul -primero a tercer grado de la enseñanza primaria- quien arrasa con sus verdades diabólicas en los matutinos del Centro Escolar Héroes del Comunismo, en la localidad de Santa María del Rosario, antiguo poblado condal situado al sudeste de la capital. El éxito del Pinocho isleño radica en que paradójicamente siempre dice la verdad frente a las manipuladoras, capciosas y propagandistas ideas que desarrollan en el aula sus profesores.
Hijo de un profesional del Partido Comunista de Cuba, los llamados “cuadros”, el chico trae a la escuela las últimas novedades escuchadas en su casa. Lo irónico de las peripecias que de ello surge, expone uno de los más hilarantes filmes jamás visto. Impecable, la tècnica utilizada en la animación fusiona los fondos dibujados a mano con los procesos digitales a la hora de animar los muñecos de plastilina y realizar los efectos visuales. La excelente banda sonora se suma a las virtudes del filme que cuenta, asimismo, con la mùsica del Laboratorio de Electroacústica del Instituto Superior de Arte, de gran prestigio internacional. En la batalla por los Oscares, el Pinocho cubano tendrá como rivales al galardonado filme canadiense Laberinto, de Sam Nemare y al no menos exitoso de taquilla y público, el norteamericano Vigilantes del Cosmos, de Meter Henrych.
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