Por AIP,
La Habana
El gobierno castrista ha autorizado los cursos y círculos de interés sobre tele transportación que de manera informal y clandestina venían produciéndose en la capital por grupos hartos del deterioro e inoperancia del transporte público.
El incremento de los tele transportistas, cuyas edades abarcan desde los ocho hasta los ochenta años de edad, prácticamente ha obligado al gobierno a consentir y darle el visto bueno, con la expectativa de que esta modalidad se extienda al resto de las provincias y así darle un respiro a las autoridades que dependen, en alto grado, del petróleo como la fuente de energía fundamental.
Seguros, rápidos y autónomos, los Ícaros isleños, en su mayoría adolescentes y chicos de primaria, se desplazan por la ciudad, gozando del privilegio de no ser controlados por ente alguno. Esta ventaja, tanto física como psicológica, mantiene en ascuas al Poder, que aún no cuenta con un mapeo de los puntos de despegue y aterrizaje, que por el momento, quedan al libre albedrío de los viajeros.